Horwitz lee incorrectamente a Mises

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Steven Horwitz ha escrito un ensayo en el Cato manifestando que, contrariamente a la percepción común, la economía austriaca “moderna” es en realidad muy empírica. Muchos de sus argumentos derivan de su tratamiento de la historia económica como una parte de la economía, en claro contraste con la opinión de Mises de que

Hay economía y hay historia económica. Las dos no deben confundirse nunca.

Por ejemplo, Horwitz apunta varios ejemplos de investigadores influidos por los austriacos que trabajan en historia económica (que por supuesto es empírica) como evidencia de que los economistas austriacos “modernos” recurren en buena parte al empirismo (como si hubiera habido alguna vez en que los investigadores austriacos no usaran evidencias empíricas en sus esfuerzos por estudiar la historia económica).

En su explicación de la historia del pensamiento, Horwitz sí apunta algo bastante bueno:

A pesar de la impresión que uno podría obtener al leer a algunos austriacos, el término “praxeología” de Mises no pretendía ser un “método” para economistas.

Estoy de acuerdo con esto. También la planteé esto a David Gordon en la Universidad Mises y él también está de acuerdo. La “praxeología” no debe confundirse con el distintivo “método praxeológico”. La praxeología es una ciencia con un método característico, no es en sí misma un método o metodología. Además no es una aproximación a la economía: es una ciencia que incluye a la economía.

Pero, por desgracia, inmediatamente después de aclarar apropiadamente lo que Mises no pretendía con el término “praxeología”, se equivoca totalmente en lo que afirma que Mises pretendía:

Por el contrario, ese término, que deriva en la palabra griega para “acción”, describía un campo de estudio. Ese campo comprendía todas las “ciencias de la acción humana”.

Esto es simplemente incorrecto. Mises escribió: “Hay dos ramas principales en las ciencias de la acción humana: la praxeología y la historia”. Para Mises, la praxeología es una de las ciencias de la acción humana y la historia es otra ciencia de la acción humana. La praxeología no incluye a “todas” las ciencias de la acción humana.

Horwitz escribe después:

Así que lo que hoy llamaríamos economía, ciencia política, antropología y sociología caerían todas en este grupo.

Esto también es incorrecto. De estas, solo la economía se clasifica por Mises como una rama de la praxeología. Mises escribió:

La historia es la recopilación y disposición sistemática de todos los datos de la experiencia respecto de la acción humana. (…) Es por un lado historia general y por el otro la historia de distintos campos más limitados. Hay historia de la acción política y militar, de las ideas y la filosofía, de las actividades económicas, de la tecnología, de la literatura, el arte y las ciencias, de la religión, de los usos y costumbres y de muchos otros ámbitos de la vida humana. Exista la etnología y la antropología, en la medida en que no son parte de la biología y existe la psicología, en la medida en que no es fisiología ni epistemología ni filosofía. Existe la lingüística en la medida en que no es lógica ni fisiología de la palabra.

Y luego en una nota a pie de página:

La historia económica, la economía descriptiva y las estadísticas económicas son, por supuesto, historia. El término sociología se utiliza con dos significados diferentes. La sociología descriptiva se ocupa de esos fenómenos históricos de la acción humana que no se contemplan en la economía descriptiva: se superpone en parte a los campos reclamados por la etnología y la antropología. La sociología general, por otro lado, se aproxima a la experiencia histórica desde un punto de vista más cercano a la universalidad que el de otras ramas de la historia. La historia como tal, por ejemplo, se ocupa de los pueblos o de una cierta área geográfica. Max Weber en su principal tratado se ocupa de los municipios en general, es decir, de toda la experiencia histórica respecto de los municipios sin ninguna limitación a periodos históricos, áreas geográficas o pueblos, naciones, razas o civilizaciones individuales.

Horwitz también escribe:

Algunos austriacos argumentan como si uno pudiera deducir toda la economía en un sillón, pero Mises dejaba muy claro que este núcleo de la economía era bastante limitado.

Esto es también erróneo. Mises escribió que “Todos los conceptos y teoremas de la praxeología está implícitos en la categoría de la acción humana”. No solo un “núcleo limitado”, sino toda la praxeología, lo que incluye toda la economía está implícita “en la categoría de la acción humana”. Esto explicaría por qué, según Percy Greaves, uno de los mejores amigos de Mises,

Mises solía decir que todo lo que necesitaba un buen economista es algunas ideas sensatas, material de escribir, un sillón y una papelera.

Horwitz trata de justificar esta caracterización del punto de vista de Mises:

Apunta que ni siquiera la idea de que el trabajo es desagradable es parte de ese núcleo, sino más bien una suposición auxiliar que hacemos basándonos en la observación. Lo mismo pasa con la existencia de cosas como el dinero. Cuando el economista se dedica a analizar el mundo, las herramientas centrales que proceden solo de la reflexión sobre la acción es una serie bastante pequeña de proposiciones básicas. La mayoría del trabajo interesante en economía es contingente institucionalmente. Por ejemplo, aunque reconozcamos la importancia de ser capaces de dedicarnos al cálculo económico, nuestra capacidad para hacerlo eficazmente depende de la serie de instituciones en la economía bajo análisis. Partiendo de lo que Carl Menger llamaba “leyes exactas” o teoría pura, hacia la teoría aplicada significa que debemos incluir las creencias humanas e instituciones sociales del mundo empírico.

Esto parecería implicar que, por ejemplo, la teoría del intercambio indirecto no es parte de las “herramientas centrales” de la teoría pura, sino que es más bien teoría aplicada. Por supuesto, esto es incorrecto. El error de Horwitz está en pensar que si introduces suposiciones a tu teorización debido a la experiencia, esto hace “empírico” o “teoría aplicada” al resultado. Pero no es el caso.  Para la verdad de una teoría, no supone diferencia el por qué se ha construido de la forma en que se ha hecho (es decir, por qué incluye las suposiciones que incluye). Un teorema autocontenido es verdadero o falso basándose en su estructura lógica, independientemente de si las suposiciones se introdujeron debido a la experiencia, debido sencillamente a la moda o por cualquier otra razón.

La teoría del intercambio indirecto es teoría apriorística pura, no teoría aplicada. Decidimos formularla porque observamos que el intercambio indirecto forma parte del mundo que nos rodea. No tomamos el esfuerzo de formularla porque queremos aplicarla posteriormente a la historia económica. Pero la propia teoría es verdadera independientemente de la experiencia. El que se aplicable a cualquier experiencia dada es otra cuestión. Solo se convierte en “teoría aplicada” cuando se aplica a episodios históricos concretos.

De nuevo Mises:

Pero el fin de la ciencia es conocer la realidad. No es una gimnasia mental o un pasatiempo lógico. Por tanto la praxeología limita sus investigaciones al estudio de la acción bajo esas condiciones y presupuestos que se dan en la realidad. Estudia la acción bajo condiciones irrealizadas e irrealizables solo desde dos puntos de vista. Se ocupa del estado de cosas que, aunque no sea real en el mundo presente y pasado, podría convertirse en real en alguna fecha futura. Y examina condiciones irreales e irrealizables si esa investigación es necesaria para una comprensión satisfactoria de lo que está pasando bajo las condiciones presentes en la realidad.

Sin embargo, esta referencia a la experiencia no afecta al carácter apriorístico de la praxeología y la economía. La experiencia solo dirige nuestra curiosidad hacia ciertos problemas y las desvía de otros. Nos dice qué deberíamos explorar, pero no nos dice cómo deberíamos proceder en nuestra búsqueda de conocimiento.


Comentario de Joseph Salerno

No solo excelente artículo de Danny aclara el ensayo profundamente confundido de Steve Horwitz sobre el punto de vista de Mises sobre teoría económica: también estaca un extraño fenómeno que es único en la economía austriaca moderna como movimiento intelectual. A uno le costaría encontrar a otro economista eminente aparte de Ludwig von Mises al que se atribuyan habitualmente posturas que contradigan ostensiblemente las que ha expresado clara, enfática y repetidamente en sus escritos. (Karl Marx no cuenta porque escribió en un estilo oscuro y enrevesado y expresó posturas contradictorias en varios temas cuando le convenía a lo largo de su carrera).

Es indudablemente cierto que las doctrinas económicas de Friedman, Samuelson, Keynes, Ricardo, etc. han estado sometidas a interpretaciones alternativas y debates acerca de su significado concreto. Pero raramente ocurre que alguien atribuya a estos economistas opiniones que sean flagrantemente opuestas a los que han escrito llanamente, como Danny a demostrado que Horwitz ha hecho con Mises. No quiero decir que Steve haya malinterpretado deliberada o coherentemente las opiniones de Mises o que sea el único que las haya malinterpretado groseramente alguna vez. De hecho, en las últimas décadas, se han imputado a Mises opiniones (especialmente respecto de la naturaleza del emprendimiento, la esencia del problema del cálculo socialista y la optimalidad del “equilibrio monetario”) que él claramente rechazó en sus escritos.

Uno solo puede especular sobre las razones sociológicas de este episodio peculiar en la historia intelectual.

Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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