Los animales no tienen derechos

0

Los animales carecen de derechos a priori (a menos que se los demos nosotros), por una simple razón: no pueden argumentar. Murray Rothbard decía que los humanos teníamos una naturaleza diferente a la de los otros seres vivos, lo que nos permitía razonar. Nuestra naturaleza atómica es diferente a la de un pez o a una piedra. Por lo tanto, los humanos poseemos unos derechos naturales que otros organismos no poseen.

Pero no es hasta Hans-Hermann Hoppe que podemos demostrar estos derechos lógica y argumentativamente. Hoppe dice los humanos poseemos unos derechos de propiedad sólo porque podemos argumentar. La propiedad privada -y, consecuentemente, los derechos de propiedad- nacen de la argumentación. Y esto solo lo podemos hacer los seres humanos.

Los animales no razonan, esa es la gran y fundamental diferencia. A diferencia de nosotros, ellos no saben ni qué es un derecho. La idea de derecho y de la necesidad de leyes nace del acto de argumentar. Solo podemos debatir sobre un tema intercambiando argumentos entre nosotros. Y solo podemos refutar una idea usando la argumentación.
De hecho, esta cuestión que nos estamos planteando (¿Tienen los animales derechos?) ellos ni se la pueden llegar a plantear. Un animal no tiene ningún tipo de idea sobre los derechos ni de la necesidad de leyes. Así que no les podemos dar a los animales una cosa que ni ellos mismos se han planteado y que ni existe en sus mentes. Los animales se mueven por instintos, no por la razón o la argumentación.

Algunos intentan argumentar -sin éxito- que los animales poseen derechos. Si esto es así, y tratan a los animales en el mismo plano legislativo que los humanos, tendrán que justificar que 1-O bien no comen animales, o bien 2-Podrían comerse también a humanos. En caso contrario, entrarían en una contradicción muy grave.

Otro argumento -también sin éxito-, es que justifican que los animales hacen cosas realmente impresionantes. Argumentan que son capaces de demostrar una gran inteligencia con sus acciones. Y sí, esto es verdad, pero ello no implica que razonen. Se siguen moviendo y actuando por instintos. También las células o los virus son capaces de hacer cosas extraordinarias y no por ello decimos que razonan argumentan. Un virus puede hacer una cosa tan impresionante como cambiar su genoma y estructura -es decir, mutar- para que los medicamentos que antes lo mataban, ahora no lo hagan. Un virus es capaz de hacerse inmune, y no por ello los virus razonan. Los animales también son capaces de hacer cosas inverosímiles que nos pueden hacer creer que razonan, pero simplemente están actuando por instinto animal.

Dicho esto, sin embargo, hay que diferenciar lo que es legítimo de lo que es moralmente aceptable. Desde aquí, y usando mi moralidad particular, critico todo maltrato a los animales, puesto que es una aberración que practican algunos seres humanos. Ni apoyo el circo taurino -y muchísimo menos con dinero público- ni cualquier otra actividad que involucre el sufrimiento de un animal indefenso. Considero que la única agresión que se le puede hacer a un animal es a la hora de usarlos como alimento o de defendernos de ellos si nos vemos amenazados.

En una sociedad libertaria quiero pensar que los que maltraten a los animales serían socialmente apartados y marginados. Me gustaría ver territorios donde la ley privada prohibiese el maltrato por diversión a cualquier tipo de animal.

Para profundizar este tema de la teoría jurídica libertaria puede consultarse el capítulo sobre los derechos de los animales en el libro La ética de la libertad de Murray Rothbard.

Print Friendly, PDF & Email